CÓMO EXPLICARLE A TU HIJO/A EN SIETE PASOS EN QUÉ CONSISTE EL TRABAJO DE UN PSICÓLOGO

A menudo, cuando unos padres angustiados se sientan delante de un psicólogo infantil y hablan sobre la preocupación que les ha llevado hasta allí, preguntan en algún momento: ¿Cómo le decimos a nuestro/a hijo/a que tiene que venir a verte? ¿Cómo se lo explicamos? ¿Cómo lo convencemos? ¿Qué le decimos que eres? ¿Un médico, un orientador o un profe?

Si te encuentras en un momento parecido o te gustaría tener delante a un terapeuta para poder hacerle todas estas preguntas, desde Escribano & Cano, psicólogos en Albacete, te proponemos que sigas leyendo.

7 aspectos fundamentales para crear un marco de seguridad, confianza y sintonía con tu hijo/a a la hora de explicarle el trabajo de un psicólogo

    • Antes de sentarte con el/la niño/a y explicarle que los papás consideráis que necesita ayuda y que sería bueno para él/ella recibir la ayuda de un psicólogo, hay algo importante que tenéis que tener en cuenta: vuestras emociones, sensaciones y creencias. Intentad poner el foco en vosotros/as y explorar lo que se os remueve cuando pensáis que vuestro/a hijo/a necesita ayuda. En nuestro primer encuentro, seremos los psicólogos los encargados de acoger esas emociones y poder juntos recolocarlas en un espacio que permita poder hablarle al niño/a de la importancia de acudir al psicólogo, sin que esas emociones, sensaciones o creencias os superen o desregulen como padres. Para ello, el primer paso es abrirse al terapeuta para que éste pueda tener en cuenta en qué situación sentimental y vital os encontráis como padres.
    • Podemos comenzar explicándoles que algunos niños/as tienen diferentes problemas que les hacen sufrir: hay niños/as muy tímidos/as y que se paralizan o sienten miedo cuando están con otras personas; algunos/as tienen diferentes miedos y se preocupan demasiado por las cosas; otros/as tienen dificultades para controlar los enfados…. Aprovechad para recoger la emoción que les genere tener ese problema y verbalizarles que podéis entenderlos/as y que es normal que esto les ponga tristes o tengan ganas de llorar, que les enfade o que quieran descargar el enfado contra alguien, o incluso que les apetezca estar solos/as.
    • Comentarles que, por normal general, cuando tienen problemas podéis ayudarles los papás pero que, en ocasiones, esta ayuda no será suficiente y necesitarán una ayuda especial. Entonces, podéis hablarles del “psicólogo” o “terapeuta”. Explicarles que son personas que han estudiado y que se han preparado para ayudar a los niños/as que tienen problemas. Comentarles que podrá ayudarles si todavía no saben cuál ha sido el motivo por el que se sienten, por ejemplo, tristes y/o enfadados.
    • Es importante dar respuesta a todas las preguntas que plantee el niño/a: ¿Qué haré con el psicólogo? ¿Me va a dar clase como un/una profesor/a? ¿llevará bata y recetará jarabe? ¿Pondrá inyecciones? ¿Estaré solo con él/ella o habrá más niños/as? Podemos explicarle que, en primer lugar, ya habéis ido a conocer al terapeuta y le habéis contado más sobre sus problemas o preocupaciones y juntos habéis hablado sobre cuál es la mejor manera de ayudarle. Además, a muchos niños/as les ayuda saber cómo es físicamente el terapeuta y el despacho o sala en la que estará.
    • Por otro lado, e independientemente de que el terapeuta se lo explique en la primera sesión, es importante que sepan en qué va a consistir la psicoterapia. Podéis contarle que los/as niños/as suelen ir al comienzo al psicólogo una vez por semana. Habrá ocasiones en las que hablará a solas de todo lo que quiera y, en otras ocasiones, también entrarán los papás para hablar con él/ella. Es importante que perciban, desde el primer momento, que sus padres forman parte del proceso terapéutico y que cuentan con su apoyo.
    • En aquellos casos en los que percibáis que vuestro hijo/a necesita a alguien con el que poder hablar de ciertos temas que le preocupan, fuera de su círculo familiar y social, puede ser beneficioso que le expliquéis en qué consiste la confidencialidad con el terapeuta.
  • Finalmente, podéis contarles que, con el tiempo, al igual que ha ocurrido con otros/as muchos/as niños/as, los problemas que les llevaron al terapeuta cada vez serán más pequeños y comenzarán a encontrarse mejor. No obstante, tenéis que tener en cuenta que a muchos niños/as les cuesta mentalizarse en ese estado de mejoría cuando se encuentran en un mal momento.

Lecturas recomendadas:

Nemiroff, M. A. y Annunziata, J. (2006). Mi primer libro de Terapia. TEA Ediciones, Madrid.


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